El Calendario azteca es una denominación impropia del sistema de medición de tiempo empleado por los pueblos de Mesoamérica (el México antiguo, también llamado Anahuac). Este sistema fue inventado por los olmecas hace aproximadamente 35 siglos, y heredado posteriormente por todas las culturas y etnias de Mesoamérica, incluyendo entre otros a los mayas, zapotecas y mexicas. De modo que resultaría correcto llamarlo calendario de Anáhuac o calendario de Mesoamérica.
Este sistema tiene dos versiones: el llamado calendario maya, dedicado a la medición de ciclos astronómicos, y el llamado calendario nahuatl o mexica, de uso civil. Ambos se basan en la interrelación de un año sagrado de 260 días con el año vago (natural) de 365 días, lo cual forma ciclos de 52 años llamados Fuegos Nuevos. A su vez, los Fuegos Nuevos se organizan en paquetes de veinte, que forman grupos superiores de 5200 años llamados "soles". Sus ajustes astronómicos se consiguen mediante el reduplicado de un día cada cuatro años, llamado por tal razón Mowechiwa, "hecho doble", y por el comienzo retroactivo en cuatro días cada 520 años (ciclo de rotación de los cargadores o denominadores).
Piedra del Sol. Aunque es más conocida con el nombre de Calendario Azteca, se trata de una representación profusa del dios Tonatiuh, a quien se vincula con el Quinto Sol. El nombre de calendario le fue adherido por la representación de los glifos de los días que rodean la cara de Tonatiuh.El calendario de los mexicas o aztecas comparte la estructura básica de los calendarios solares de Mesoamérica. Un calendario civil de 365 días proporciona las referencias cronológicas para las actividades de la sociedad en su conjunto; al mismo tiempo, un calendario místico de 260 días (tonalpahualli), utilizado para establecer horóscopos y predicciones. La combinación de ambos ciclos produce siglos de 52 años de duración.